13 de agosto de 2021
Hoy se ha inaugurado una exposición muy esperada para mí en Asturias, en la Sala de exposiciones del Ayuntamiento de El Franco, en La Caridad, que tuvo que ser postpuesta por esta pandemia que vivimos y con la que, poco a poco, tenemos que acostumbrarnos a convivir. Así que, después de más de un año de espera, por fin he podido ver mis obras en un espacio que parece preparado para mostrar mis obras. Al final de esta entrada he incluido el cartel de la exposición con todos los detalles.
He recibido por parte del personal del ayuntamiento toda la atención y una disponibilidad generosa para un montaje exquisito, quiero comenzar agradeciendo su apuesta por mi trabajo y la comunicación constante durante estos meses. Han vivido con la misma ilusión que yo esta espera y juntos hemos disfrutado de cada paso. ¡Gracias!
Cada exposición es un nuevo reto, lo he comentado muchas veces, nunca se ven las obras del mismo modo y es siempre una aventura maravillosa. En esta ocasión, poder exponer en Asturias tiene para mí un encanto especial, me une a estas tierras un sentimiento de acogida sincera, tanto de mi trabajo como de mi persona y eso convierte cada exposición en un reencuentro con sus gentes, sus paisajes y su clima. Siempre me recargo de energía para unos meses.
Este verano está siendo muy intenso, lleno de emociones, con horarios imposibles, compartiendo mis obras, recuperando esos meses de aislamiento... Para todos está siendo una oportunidad de adaptarnos para seguir adelante, para aprender, para crecer y para reflexionar sobre lo que somos y hacia dónde queremos dirigirnos. Como artista, exponer es imprescindible para sentir que lo que expreso en mis creaciones realmente conecta con quienes las ven, me ayuda a avanzar, da sentido a mi lema "Arte para vivir". También es cierto que lo más importante es conseguir canalizar en nuevos trabajos aquellas emociones que siento que necesito expresar, pero mostrarlos es siempre el otro plato de la balanza y el equilibrio entre esas dos partes es para mí también un equilibrio interior. Entre medias están los vaivenes de concretar ideas, formatos, técnicas, disciplinas, conceptos... hasta conseguir la obra final.
Algo parecido ocurre cuando preparo una exposición, la búsqueda de ese equilibrio entre las obras y el espacio. Estudiar cada detalle, el ritmo del recorrido, elegir los trabajos que mostraré y cuántos... También genera un vaivén previo, en mi cabeza voy moviendo todo, ajustando cada pieza en un puzzle complejo para que el día de la inauguración todo encaje de manera natural, como si no pudiera ser de otro modo, como si el espacio hubiese estado pensado para esa obras en su ubicación exacta.
Estoy acostumbrada a atender personalmente mis exposiciones y en esta ocasión también lo haré, con cita previa o por videollamada. Esta época que nos toca vivir nos ha enseñado mil formas de estar en contacto, de acompañarnos y de compartir momentos, así que la tecnología me permitirá estar con quienes se acerquen a visitar esta exposición. Seguiré publicando detalles y momentos en mis redes sociales, en mis historias de Instagram, y poco a poco seguirá creciendo la gran familia de seguidores y mecenas que me animan para que no deje de crear, que disfrutan conmigo de cada paso dado y a los que agradezco de corazón cada muestra de cariño.
Esta es la primera entrada que publico en mi blog sobre esta recién inaugurada exposición, habrá más para no olvidar esta experiencia y todo lo que aprenderé con ella. En un verano intenso solo caben momentos también intensos y enriquecedores, aunque en esta ocasión también tendré tiempo para descansar.
¡Un abrazo a todos y feliz verano!