En la publicación anterior en este blog escribía sobre un proyecto ilusionante para llevar un abrazo de solidaridad, empatía, consuelo y esperanza a todo el mundo a través del Arte y la Danza. Hoy, solo un par de semanas después, ese abrazo se vuelve ya imprescindible.

En lo más duro de la pandemia, que nos conectaba con personas de todo el planeta en un mismo sentimiento de incertidumbre, dolor y distancia de quienes queríamos, surgió esa escultura como un recuerdo de aquello que da sentido ante las circunstancias que nos dañan, que nos hacen caer y desesperarnos. No podíamos imaginar que después de esos meses terribles de pandemia, que aún perdura, la sinrazón de la violencia se sumara para golpearnos de nuevo.

Hoy más que nunca quiero compartir ese abrazo que define lo mejor de nosotros pues, ante la barbarie, la solidaridad se presenta como bálsamo y esperanza. La mano tendida y la acogida del otro. Debemos ser el abrazo silencioso que deja llorar sin consuelo… hasta que no quedan lágrimas, el abrazo que nos llena de humanidad en ese silencio con los ojos cerrados y abrazo mutuo para volver a empezar una vez más.

La vida no nos da tregua, siempre ha sido así, cada día tenemos el reto de volver a casa con la misión de haber sido un poco mejores que ayer, pase lo que pase… Ser abrazo con una sonrisa o un gesto amable, con el respeto y el compromiso de ser paz con quienes tenemos cerca, ahí empieza todo… El amor y el odio está dentro de cada uno, no podemos separarlos, pero nosotros decidimos con cuál quedarnos para el viaje de nuestra vida. Solo el amor nos hará sentir plenos, todo lo que hay de bueno en nosotros es lo único que merece la pena... ¡Y hay tanto!

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Hace unos años creé esta otra escultura como proyecto para una obra pública que no llegó a realizarse, ni siquiera fue seleccionado para la exposición de las propuestas presentadas, pero hoy quiero compartirlo aquí como la imagen de lo que en estos momentos siento: la solidaridad es lo que da sentido a nuestra diferencia, la puesta en marcha para ayudar, para avanzar, para consolar, para no poner etiquetas y dejar ver lo que somos capaces de hacer para ayudar a quien necesita nuestra ayuda. Acción y acogida. Superar obstáculos y entregar lo mejor que tenemos del modo que sea. Nuestra solidaridad y nuestro abrazo se define en una sola palabra: Somos.

No respondemos más que ante nosotros mismos y saber que somos ese abrazo nos ayudará a levantarnos de nuevo para no dejar que nos venza la locura que nos amenaza. Vivir nunca ha sido fácil. No hay tregua. La vida sigue a pesar de todo. La adaptación constante ante los desafíos. Entregarnos en aquello que hace de este mundo un lugar digno de nuestra existencia, desde lo que podemos ofrecer para construir una nueva oportunidad generosa, en mi caso desde el Arte, con la entrega de compartir la emoción que me conecta al otro, para sentir nuestra Humanidad.
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Son tiempos difíciles, muy difíciles. Yo seguiré adelante junto a quienes hacen de la sensibilidad su cualidad más poderosa, acercando lo que siento para aportar esa mirada que nos permita recuperar la esperanza en el ser humano, que nos dé la fuerza que necesitamos, que nos permita ser de nuevo Humanidad.
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Mucho ánimo a todos.

‍¡Un abrazo!

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